Colega, ¿dónde está mi '9'?

Pasada una semana de nuestra eliminación en el play-off de ascenso a Segunda División va tocando hacer balance y el pertinente análisis. Así que, inspirado en el título de cierta película de Ashton Kutcher, y del actor que hace de Stifler en la saga American Pie, realizo la siguiente pregunta: Colega, ¿dónde está mi '9'? Por cierto, para el que no haya visto la susodicha cinta, no la recomiendo a no ser que apetezca perder el tiempo con la típica americanada dirigida a adolescentes. Retomando al tema, el motivo de mi cuestión tampoco creo que requiera demasiada explicación, pero allá que voy.

Florian

Antes que nada, quisiera esquivar a los que una vez terminada la temporada tachan las críticas de los que las realizan de ventajistas. Claro, son ventajistas porque se realizan una vez terminada la temporada, pero es que si a alguien se le ocurriese realizarlas durante el campeonato lo más suave que se le diría es que así no ayuda. Un eufemismo que en incontables ocasiones se traduce como que quieres meter mierda. El caso es que, para cierto sector, pareciera que lo único aceptable en el aficionado es hacer palmas, mirar al suelo y callar. Y de osar algún insensato el manifestar su opinión que solo pueda ser en forma de masaje o, en grado extremo, de balido. Pues mirad, no.

Esta campaña 2016/17 ha sido la segunda consecutiva en la que el máximo artillero del equipo en liga consigue la pírrica cifra de 7 goles. Aunque cierto es que, este año, el

galardón es compartido por cuatro jugadores (Juanlu, Cristo, Arturo y Llorente). Por contra, el pasado ejercicio solamente los alcanzó Menudo. Dicho de otro modo, por segunda temporada seguida el Cartagena no ha situado a ningún jugador de su plantilla entre los primeros veinte goleadores de su grupo. Ojo, no de toda la 2ªB, que sería relativamente asumible, sino ciñéndonos exclusivamente al Grupo IV. De esta manera es imposible subir, salvo milagro. Seamos sinceros.

Recuerda uno los últimos minutos del partido en el Mini Estadi, cuando solo nos faltaba un gol para remontar la eliminatoria, y se queda sin palabras ante el hecho de que estuviésemos jugándonos todo, al final, sin un delantero centro. Y menos mal que Sergio García provocaba el penalti del primer tanto, que si no imagino a los abundantes detractores de Monteagudo cargando tintas contra él, por haber sido el zamorano sustituto de Arturo. Pero, ¿qué otra opción tenía el entrenador? Cuando uno quiere cocinar canelones, y cae en la cuenta de que no tiene carne picada, o los deja huecos o los acaba rellenando de verdura. Más culpable que el cocinero será el que le ha suministrado los ingredientes, digo yo. Si, directamente, hubiese sido que el cocinero ha buscado hacerlos con verdura entonces sí estaríamos hablando de una conducta censurable.

Volviendo al fútbol, confieso que en el mercado invernal fui de los que creyó que el equipo mejoraba en su zona de tres cuartos con los fichajes. Ahí están los números de Llorente, el único que realmente ha cuajado, y con las incorporaciones de Artiles e Isi Ros pensé que se ganaba en habilidad para el uno contra uno. ¿Que han sido un chasco finalmente? Pues qué se le va a hacer, nadie es infalible. Pero lo que sí vi evidente, como sabíamos todos aunque se nos quisiese vender lo contrario, es que reemplazar a Fernando y Chus Hevia, delantero y segundo delantero, por Germán, que ni es delantero y venía de ser suplente, era un mal negocio de cara al gol.

Poco faltó para quedarnos fuera del play-off, pero nos clasificamos. Y luego, pese a la inestable dinámica del equipo, se compitió más que decentemente en la promoción. Por eso defiendo que Monteagudo debiera seguir contando con el crédito de la afición, aunque reconozco que cada vez entiendo menos los criterios generales de la grada. En mi opinión, manteniendo el bloque, en el que incluyo como pieza fundamental a Cristo, ya que creo que es el mejor futbolista que hemos tenido desde Víctor Fernández, y reforzando la portería y el puesto de delantero centro volveremos a tener serias opciones de ascenso. Un punta que marque unos doce goles, no pido más. Y que si, llegado el mes de enero, las cosas vuelven a ir bien hagamos caso al famoso diagrama de flujos: ¿Funciona? Pues no lo toquemos.