lunes, 23 de abril de 2018

Play-off asegurado

Sucedía el pasado sábado, paralelamente al hecho fundamental de haber recuperado el liderato, que la victoria del FC Cartagena en casa del filial bético certificaba matemáticamente que los albinegros estarán el próximo mes de mayo disputando la venidera promoción de ascenso a Segunda División. Cierto es que virtualmente estaba hecho desde diciembre, cuando para algunos casi parecía que hubiésemos ascendido ya, pero la realidad es que no ha sido hasta esta Jornada 35 que ese objetivo se ha materializado. Así que congratulémonos por ello. Además, dicha clasificación para el play-off supondrá la nada desdeñable cifra de cuatro participaciones en esta fase de la competición en las últimas seis temporadas. Y podríamos añadir una quinta, en las siete últimas temporadas en la categoría, si contásemos la del ascenso de 2009. Ojo con el dato, que es bastante más importante de lo que pudiera aparentar a primera vista.

Sé que los habrá que pensarán que disputar un play-off de ascenso de poco sirve si no se acaba culminando. Pero no, creedme, están malacostumbrados a probar en el fútbol más mieles que momentos amargos. Los play-offs no los regalan (ni que fueran un máster) y hay que ponerlos en valor. O también encontraremos a los que dirán que es obligación para una entidad como la del Cartagena estar ahí en 2ªB, siempre, a lo que servidor hasta se atrevería a añadir que la obligación debería ser estar en superior categoría. Pero repito lo de antes, es que no lo regalan, y la prueba empírica es que lo de cuatro promociones en seis temporadas no es para nada habitual en nuestra historia.

Bolas de la RFEF
Sin ir más lejos, ojeando la biografía del actual club, de 1998 a 2009 se estuvo en la categoría de bronce lográndose disputar nada más que tres play-offs a Segunda. También hubo un quinto puesto, pero más allá de eso la trayectoria fue vagar en mitad de la tabla o más abajo. Y yendo algo hacia atrás, a las campañas del Cartagena FC tras su descenso del fútbol profesional a finales de los 80s, contamos siete temporadas con dos promociones. En las que prácticamente casi se asciende, sí, pero dos promociones al fin y al cabo. Es decir, desde 1988 hasta 2009 son dieciocho temporadas del fútbol cartagenero en 2ªB con tan solo cinco play-offs. La media no llega ni a dos cada seis temporadas, y ahora estamos hablando de cuatro.

Retrocediendo a los dos años, en una entonces recién estrenada 2ªB, a principios de los 80s no había ni promoción. El ascenso era directo para los dos primeros clasificados de la


martes, 10 de abril de 2018

La resaca del derbi

La ausencia de empate en el derbi suele dejar una resaca amarga en uno de los bandos, de esas en las que te duele todo el cuerpo, sientes náuseas y maldices hasta a la camarera que te sirvió el último chupito. Una resaca de Nochevieja, en la que la situación te pide encarecidamente mantita, estufa y un poco de Premier League -que es lo que solía haber en Año Nuevo-, reposando la hecatombe de sensaciones del día previo, como pasa por ejemplo tras un derbi perdido, en el que te acuestas sin cenar, autocastigándote como si hubieras fallado tú la ultima ocasión delante del portero.

Chrisantus y Hugo (Fuente: News Europa)
Darle un plus de importancia a este partido es inevitable por razones obvias: tu eterno rival, desplazamiento masivo de afición visitante, casi final de temporada y puntos que pueden dejar fuera o meter en la pelea a unos e impulsar o sumir en un entorno de dudas a otros. Viendo lo que se cocinaba en el vestuario local, ya se podía vaticinar quién iba a salir a por el partido. Solo mensajes positivos, unión fraternal del grupo y frases del tipo “todo va a salir bien” que hacían temer lo peor ya desde el principio para los intereses cartageneros. Era su partido, el que tenían marcado en rojo, el que necesitaban ganar desde el pitido inicial, sin especular con el resultado y sabiendo que delante iban a tener a un Efesé con la moral por las nubes. Y eso se notó.

Nada más lejos de la realidad, el Cartagena salió con menos activación, pensando que el Murcia de Salmerón iba a ser fiel a su estilo rocoso, buscando partidos largos y ahí estuvo la clave. En un pestañeo llegaron dos goles que hicieron que el plan trazado por