miércoles, 2 de enero de 2019

Mereció la pena

Sin ser demasiado afín a las recopilaciones dramáticas que pueblan todos los medios cuando se acerca el cambio de año, necesitaba de manera egoísta cerrar la puerta que lleva ya ventilando unos cuantos meses. Solo se me ocurría escribir, recordar y dejar constancia de algo que nos va a acompañar de por vida. Los recuerdos hacen que las cosas no mueran, tanto si son buenos, para sacar brillo de la nostalgia de que un tiempo pasado fue mejor; como si son malos, para aprender y aceptar que a base de golpes nos hacemos más fuertes.

Hacía tiempo que no recibía el Efesé un varapalo sonado y ya me olía mal. Siempre he pensado que a cada generación le toca sufrir un impacto de realidad cartagenerista, de los que te dejan noqueado, creando indefensión y tirando del barco a muchos aficionados potenciales que deciden no llorar nunca más por el equipo de su tierra. Quizá esos sean los más cuerdos. Desde el Vecindario no había sucedido (el descenso fue un despropósito tan previsible, que nos impidió sentir nada en Córdoba), así que el siguiente iba a ser destacado.

Afición cartagenera en Vigo (Fuente:Twitter)
Recuerdo el ambiente de fútbol del Cartagonova, el rival iba de azul y no la tocaban mal. Claro, había acabado líder de su grupo, como nosotros. Pero nosotros éramos nosotros. Y lo íbamos a ser más con la victoria por la mínima que nos dejaba cerca la gloria. Del partido de vuelta tengo recuerdos, como sentir que mis cuatro entradas rescatadas en el Cerro del Espino estaban bañadas en oro y brillantes engarzados, porque media ciudad se peleaba por estar y el aforo del estadio local era limitado ante tal expectación. Recuerdo que el Efesé iba de granate (a mi me gustaba pensar que era carmesí) y que Hugo Rodríguez tuvo que jugar de lateral derecho a última hora. No recuerdo más (o no quiero). El contraste de emociones en una fase de ascenso es tragicomedia de la buena. En esa grada imperaba el desastre, la decepción y la incredulidad. Recuerdo el camino de vuelta con el cielo llorando a lágrima