miércoles, 10 de enero de 2018

Aquella alineación indebida

En un artículo anterior, recordando la trayectoria de Felipe Mesones tras su fallecimiento, en estas líneas se hacía mención al infausto inicio que tuvo el argentino en su última etapa como entrenador, aquí, en Cartagena. La misma, sobrevenida tras la espantada del entrenador Antonio Gómez, por depresión, tuvo un comienzo inusual del todo y su singularidad no se circunscribiría exclusivamente al hecho de aquel vertiginoso reemplazo.

Tocaba a su fin el verano que precedía la temporada 2001/02, con el entonces Cartagonova FC encuadrado por primera vez en su historia en el Grupo IV de 2ªB, en lo que en teoría iba a ser un nuevo intento de ascenso a Segunda División y que, a la postre, resultaría el último ejercicio del fundador Florentino Manzano como presidente de la entidad. Como decíamos, Mesones, a sus 65 años, regresaba a la que siempre fue su casa en sustitución del técnico vigués y la plantilla, como es fácil de imaginar por la extraña situación, prácticamente se la encontraría hecha. Apenas si intervino en algún que otro fichaje.


La competición oficial para los albinegros, después de una pretemporada que culminaba con un amistoso frente al Real Madrid, comenzaría el 2 de septiembre en tierras andaluzas, ante la recién renombrada UD Almería que hasta hacía unos meses se venía denominando Almería CF. Los rojiblancos, dirigidos por el lorquino Juan Casuco, recibieron a su rival en
el viejo campo Juan Rojas con dos futuros conocidos en sus filas, Jito y Larrosa, y el choque estuvo marcado por el fuerte viento. Con resultado final de 1-1, el primer gol fue almeriense, tras un fallo de Trujillo, y era igualado en los instantes finales gracias a un gran remate de Marcos Estruch, de aquellos marca de la casa. El punto cosechado, en feudo de uno de los gallitos del grupo que acabaría ascendiendo en junio, a priori era una buena manera de comenzar la liga. Sin embargo, el lunes a primera hora de la mañana el conjunto indálico presentaba una impugnación ante el Juez Único de la RFEF, por supuesta alineación indebida de uno de los jugadores cartagonovistas.

El susodicho en cuestión era el defensa Dani Ruiz, al que le atribuían una acumulación de tarjetas amarillas pendiente de la temporada pasada. Es decir, que supuestamente en la última jornada del campeonato anterior había recibido una cartulina que le obligaba a cumplir ciclo en la Jornada 1 del siguiente curso. Algo parecido a lo que le sucedió al Real Madrid con Cheryshev en Copa del Rey hace un par de años, para entendernos.

Y sí, estaban en lo cierto en el Almería. Dani Ruiz, quien también fuese albinegro en las filas del Cartagena FC a principios de los 90s, había visto esa amarilla en la Jornada 38 de la campaña 2000/01 defendiendo a su anterior club, el Benidorm CF, curiosamente en un partido ante el propio Cartago. Los técnicos almerienses lo sabían de antemano y, pese a no poder recuperar material radiofónico de la rueda de prensa tras el partido, se cuenta que, aunque no lo expresase explícitamente, un Juan Casuco excesivamente satisfecho atendió a los medios después de haber empatado en casa. Conocedor de la circunstancia y de que se iban a llevar el gato al agua en los despachos, claro.

En el equipo cartagenero se enteraron el lunes, cuando fue puesta la denuncia. Y se recurrió, aludiendo a un presunto caso similar del Binéfar en 1995, pero, como era de esperar, la pérdida del encuentro por 3-0 se ratificaría semanas después. Los de Mesones, no obstante, ganaron cuatro de los siguientes seis partidos de liga y luego perderían dos, siendo cesado el argentino a finales de octubre, como ya contamos en su día.

Sirva además, de motivo para recordar este episodio, el reciente enfrentamiento ante el Recreativo de Huelva, por lo sucedido tras el choque de la primera vuelta. Cuando los onubenses denunciaron otra alineación indebida, de Sergio Jiménez, pero no por sanción esta vez, sino por un supuesto error de inscripción. Incertidumbre que quedaría en nada, lógicamente, porque hubiese sido difícil de entender un fallo de ese tipo con un jugador que está cumpliendo su sexta temporada en el club. Ellos sabrían el chivatazo que recibieron.


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