domingo, 1 de mayo de 2016

El Icue… cuando el estadio lució un fútbol primoroso en tarde primaveral


Cada día que conozco más Cartagena, más me enamoro de ella. (Pedro Antonio Sánchez López, Presidente de la Región de Murcia)

Era la previa al partido, la tarde se presentaba espléndida, el ambiente, eso, ambiental, la entrada a reventar y la alineación de los dos equipos casi las de siempre durante esta temporada. Y el resultado, ya lo conocen: FC Cartagena 2 – Real Murcia 1. Y otra cosa, afortunadamente, este no ha sido un partido de segunda B como lo certifica la asistencia de10327 espectadores Y para que nada faltase también se asomó el Lebeche, él quiso estar presente en el espectáculo comunitario para presenciar cómo Chus Hevia sacaba el arco y las flechas para marcar el 1-0 a pase con tiralíneas de Juan Carlos Menudo, otra vez y de nuevo apareció el “Nano”. Y vino el penalti, que no lo fue, cobrado por el hermano menor del árbitro de Primera División y, por lo tanto, con los mismos apellidos de Iglesias Villanueva que sirvió para que el Real Murcia marcase por mediación de Chavero. Sólo tres minutos le duró la alegría al FC Cartagena. Y el fútbol apareció y los futbolistas de ambos equipos se vinieron arriba. Y el FC Cartagena pareció arrugarse en el segundo tiempo, mientras el Murcia salió a tumba abierta, entregado en la confección de un buen fútbol. Y el Efesé se sobrepuso, se ordenó y hasta logró imponerse a los de la capital y marcó Chus Hevia y su gol no subió al marcador. Y, mientras y dentro de su euforia, el señor de la megafonía anunciaba y cantaba el gol
anulado del FC Cartagena, haciéndolo como si el altavoz sonase a calzón tirado. ¡Que cosas señor! Y el Murcia llegaba y llegaba hasta las cercanías de Limones con tres balonazos a los postes producto de su inteligente partido. Un partido de toma y daca que al Icue le gustó muchísimo. Y mientras todos gozábamos, en esos gozosos delirios, asomó Juanlu Hens para marcar el segundo del Efesé con un zapatazo al sitio. Y el Cartagonova fue una fiesta, ¡vaya trayectoria la de Monteagudo: siete partidos ganados y seis empatados! Y el Murcia terminó resignado con más corazón que cabeza y el Presidente comunitario, que se acercó por primera vez al Cartagonova acompañado de sus sobrinos, diciendo aquello de. “Cada día que conozco más Cartagena, más me enamoro de ella”. ¿Tendrá razón?


El Icue estos días ha estado contemplado como la primavera ha hecho crecer hasta su más alta talla los herbales, ha esplendido la flor de la colza y han estallado los cerezos, igual, y lo digo con orgullo metafórico, lo han hecho los jugadores del Efesé esta tarde. El juego de ellos, también de los murcianos, ha sido todo un variopinto tablero del ajedrez primaveral, propio de este final abrileño. Los futbolistas del de Valdeganga, qué ganas tenía de contarlo, se han vestido esta tarde con traje de gala, dejando atrás y casi olvidados el rumor de los fantasmales molinos de viento y, por fin, acabaron de abrir sus pequeños ojos como anteriormente lo hicieron los azahares y hasta han sido capaces de resistir en sus reservas cada vez más hostigadas; y aquí esta tarde y frente a los murcianos han sido capaces de ondear al viento las primeras ilusiones de las futuras espigas de los extensos cebadales, levemente moradas, sobre las  cimbreantes cañas verditransparentes. 


Y el Icue se marchó del estadio, esta tarde sí, admirando el milagro anual de estos jugadores y de este entrenador como se suele admirar la flor de los cerezos, flor épica de los frutales, pero frágil y breve, que no espera si no se le espera, pero que ciega si se le mira mucho rato de frente. Hoy, querido Icue han brotado los primeros verdes, las primeras luces solares de la ilusión, los primeros blancos que, fundidos con el negro, nos llevaran a luchar para que otros no puedan mofarse de esos jóvenes vestidos con el vestido ilusionado blanquinegro. 

Y otra cosa: el Icue de este equipo se quedaría con todo, por mucho que él de mí se quedara con nada. Ni un pedacito. Yo, forofo, y él, un equipo un equipo amante de una Ciudad Trimilenaria hasta el vicio mortal de la sangre derramada en una esquina. Hoy, teniendo sentimiento, hasta podría haber aspirado, después de haberlo visto jugar y ganar al Real Murcia, a una bonita amistad con él. ¡Ay, ay, ay!

Pedro-Roberto J.P. desde el “Rincón del Icue”. Dies 4/30: pridie Kalendas Maias. Nº 3.


Texto El Rincón del Icue. Fotos http://qapta.es/. Copyright ©


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